sábado, 17 de febrero de 2018

Mario Guerrero en la memoria del Guachipilín

Por David Rocha



  Foto: Archivo Guachipilín.

Pensar en la muerte de los amigos es algo difícil, pensar en esas personas que ya no estarán físicamente, seres humanos que ocuparon espacios importantes en nuestras vidas, que compartieron trazos del camino, de los sueños, de la profesión, pensarlos más allá de la vida es difícil. El director de teatro de títeres cubano Mario Guerrero nos ha abandonado físicamente. Al enterarnos de la triste noticia emanan los recuerdos que construyeron lazos afectivos que perduran en el tiempo.

Gonzalo Cuellar sentado frente a mí empieza a recordar. Era 1987 cuando nuestra agrupación hizo una gira por Cuba. Guachipilín llegó a la sede del Guiñol de Camagüey. Ahí Gonzalo y Zoa Meza conocieron a Mario, de inmediato se hicieron amigos, pues coincidieron en la visión de ruptura, de experimentar, de romperse esquemas desde el escenario titeril. Un año más tarde el grupo fue invitado al festival de teatro para infancia y juventud "Para un príncipe enano..", realizado en la ciudad de Cienfuegos. Aquel festival resultaría un momento decisivo para el teatro de títeres cubano y para el nicaragüense. En aquella época los creadores debatían sobre el devenir del teatro de figuras en la isla, sus aciertos y desaciertos y cómo proyectarse hacia el futuro. Para nosotros fue un giro vital, pues Mario aceptó la invitación de Gonzalo para dirigir en conjunto una de las puestas en escena más importantes en la historia de nuestra agrupación: El Güegüense. Dirección conjunta que fue posible gracias al convenio cultural bilateral entre los gobiernos de Cuba y Nicaragua.

Cinco meses de trabajo intenso dieron como resultado un espectáculo que se convirtió en un proyecto experimental y en la tercera puesta en escena en la historia del teatro nicaragüense que se asumía desde una agrupación. La primera fue en 1978 dirigida por Alberto Ycaza, la segunda en 1981 adaptada por Julio Valle Castillo ambas interpretadas por el Teatro de Investigación de Niquinohomo y el 30 de marzo de 1989 se llevaría por primera vez al lenguaje del teatro de títeres. Gonzalo fungió como director general y junto a Mario Guerrero vino también Orlando Rivero que se encargó del diseño de los muñecos. Otros creadores claves que Cuellar escogió para el montaje fueron Pepe Prego en la dramaturgia, Gloria Bacon en las coreografías junto a los bailarines Guillermo Márquez y Ariel Ordeñana, Juan José Robles en la escenografía y Álvaro Montenegro con el grupo Tepehuani en la música. Sumado a estos estaba el elenco del grupo en aquella época: Zoa Meza, Juan Espinoza, Marcos García, Roberto Barberena, Ramón Monterrey y Dania Fitoria.

Foto: Archivo Guachipilín.

La plástica cubista para los muñecos, la danza moderna como medio expresivo sustancial para el cuerpo, la dramaturgia adaptada al títere a partir de la síntesis del lenguaje,  la concepción escénica, la introducción de la fábula ya conocida por todos dentro de una macro estructura y la vinculación de diversos artistas especializados logran vertebrar un espectáculo que, sin dejar a un lado la herencia cultural que encierra esta obra, logra dialogar de una manera fresca con el espectador joven. Guachipilín lograba la simbiosis entre tradición y modernidad.

Con esta puesta en escena quedan estrechados lazos entrañables con Mario Guerrero. Disciplina, experimentación, osadía y diálogo pudieran ser apenas algunas enseñanzas del maestro cubano. Hoy la agrupación sigue manteniendo la puesta en escena en otro formato. Y ahí sigue viva la impronta de Mario, siguen vivas sus ideas, su mirada inquieta, sus enseñanzas, sus afectos. A donde quiera que esté vayan siempre para él nuestros aplausos. 


Foto: Archivo Guachipilín. Obra: El Güegüense (1989). Elenco de la obra, aparecen de izquierda a derecha: Orlando Rivero (Cuba, diseñador de muñecos), Juan José Robles (diseñador de escenografía), Gonzalo Cuellar (Director General y Actor titiritero), Juan Espinoza (Actor titiritero), Roberto Barberena (Actor titiritero), Zoa Meza (Actriz titiritera), Marcos García (Actor titiritero), Dania Fitoria (Actriz titiritera), Gloria Bacon (Coreógrafa y bailarina), Ariel Ordeñana (Bailarín) y Mario Guerrero (Cuba, Director Artístico).