sábado, 18 de febrero de 2023

Taller de escritura de cuentos

 - Es importante  estimular la imaginación,  si se educa y se dirige correctamente la imaginación, damos a nuestra niñez y juventud una riquísima fuente de ideas. De esta manera, enriquecemos su pensamiento creativo, su vocabulario y sus formas de solucionar problemas. además, de que se podrá desarrollar con más éxito en diversos campos de la vida.

- Esta técnica de escribir, consiste en buscar  diferentes objetos  cuya mirada desate la imaginación del escritor, Noa nos entrega el resultado de su mirada creativa

Zoa Meza
(Instructora de teatro y maestra de escritura de cuentos)

 La Mujer del vestido Rojo

Una mujer que siempre vestía un lazo celeste con una perla y un vestido rojo, se mira en el espejo, por alguna razón repite las palabras:" jabón heno de pravia". De repente una gran bola mitad transparente, mitad amarilla, con una cara espeluznante aparece en el espejo y empieza a rodar persiguiéndola, cuentan que nunca paró....

Así que, si vistes un vestido rojo, un lazo celeste con una perla nunca, pero nunca digas esas palabras enfrente del  espejo y si ves a una muchacha vestida de rojo con un lazo celeste gritando porque una bola la persigue por las calles ya sabes quién es y no intentes ayudarla, la pelota te aplastara también a ti.

Noa I. Marro C. (13 años)

«Si dispusiéramos de una Fantástica, como disponemos de una Lógica, se habría descubierto el arte de inventar.» Era muy bello. Casi todos los fragmentos de Novalis lo son, casi todos contienen revelaciones extraordinarias. (Gianni Rodari)

 Aqui uno  de  los ejercicios que el propone.

El  DESINTERESADO

A él nada le importaba, nada le parecía bueno o malo, divertido o triste. Siempre se quedaba serio en toda situación como si en su cabeza solo hubiera un blanco, un blanco profundo que no le dejaba tener reacciones.

Y por eso él estaba allí, detrás de esa vitrina, como un animal de atracción, la gente llegaba solo para verlo a él, le hacían muecas, caras, lo insultaban y nada… el no movía ni un pelo.

Así pasaban los días, las semanas, los años y el seguía allí, siendo la atracción principal del museo “Gente rara”.

Pero ¿cómo llego el allí?

Nació en una familia decente. El día de su nacimiento al salir de su mama, el no hizo ni un ruido, ni una mueca. Parecía un viejo serio, que no tenía nada que decir.

Y así paso el tiempo, ni una reacción en su cuerpo, NADA. 

Él era como un adorno más en la casa, sus padres no le tenían cariño, ni nombre le pusieron. El solo comía, bebía e iba al baño.

Hasta que un día, los padres se comunicaron con un museo que acababa de abrir y vieron que era la oportunidad perfecta de desacerase de ese “estorbo” que tenían de hijo. Así que llamaron y le consiguieron un lugar.

Desde ese día  está allí, con la cara seria, sin moverse, sin decir una palabra.

Los mejores psicólogos lo han visitado y dicen que pueden ver en sus ojos la tristeza más profunda que puede llevar una persona dentro.

Maya S. Marro C. (15 años)

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